sábado, 19 de diciembre de 2009

Avatar, ¿Rapsodia en azul?




Con bombo y platillo, al fin fue estrenada una de las películas más esperadas del año: Avatar. Muy astutamente estrenada en diciembre, Avatar lleva pocos días en cartelera y no hay forma que termine como un fracaso en taquilla, por el contrario, este filme ya es un éxito.

Deslumbrada por lo que parecen unos efectos especiales vanguardistas, de los que ya se ha mencionado que revolucionan al cine, la gente está acudiendo en buen número a ver la cinta, pero, ¿realmente vale la pena?

Avatar inicia con la narración de un marine joven, lisiado de ambas piernas, que es seleccionado para adentrarse en la misión de ir a la tierra de Polythemis, natural en un hombre entrenado para la milicia. Es año 2154 y Jake (el joven paralítico), es trasladado a la luna de Pandora, que tiene una atmósfera tóxica para los humanos. En el lugar, vive una raza llamada Na'vi, una suerte de pitufos de 3 metros que tienen cola, su propia lengua, religión y costumbres.
Los militares y la unidad especial de unobtainium (empresa para que trabajan), es encargada de ir a estas tierras para sacar a los habitantes del lugar y recoger el mineral que está en el lugar. El único que establece un verdadero contacto con la tribu es el propio Jake (interpretado por Sam Worthington), quien a través de su mente y aparatos puede entrar en un cuerpo falso para verse igual a los de la tribu humanoide. Poco a poco, entrar en la misión se convierte en una adicción para él, se enamora de Neytiri, una mujer de los Na'vi que lo ayuda en todo momento. A partir de ahí, inicia un conflicto entre la misión que debe cumplir y la empatía que siente por la raza diferente a la suya. Con la ayuda de la doctora Grace Augustine (Sigourney Weaver), el antropólogo Norm Spellman (Joel Moore) y Trudy Chacón (Michelle Rodríguez), se embarcan en una lucha por defender la naturaleza y un árbol sagrado que es propiedad de quienes viven en ese planeta extraño y rico en minerales.
Quienes buscan efectos especiales en una película, sin duda los encontrarán en Avatar. Una cinta más extendida que un chicle (dura casi 3 horas), termina siendo una colección de clichés. Situaciones que uno parece haber ya visto en miles de cintas, aquí se repiten.
Uno ya sabe qué va a sucer. Dos se conocen, se enamoran, hay el típico científico extranjero, el típico malo con aspecto negroide que siente adversión por el héroe, el malote, la defensa a los desprotegidos, los muy buenos y los muy malos, etc... uno de los pocos elementos rescatables resulta ser Quatrich, el líder militar de la misión de los humanos,que representa la maquiavélica idea de que "El fin justifica los medios" y encarna a uno de los personajes mejor definidos de toda la película.

Como productor, director y guionista de Avatar, James Cameron nos engañó a todos, nos ha mal acostumbrado. A través de grandes presupuestos,nos ha hecho creer que es uno de los mejores de la industria fílmica mundial, cuando no hay nada más alejado de la realidad. Antes con "Aliens", las versiones de "Terminator" y "Titanic" cimbró el cine mundial...al menos en cuanto a efectos. Sin embargo, siendo sinceros, su talento está en duda desde hace mucho tiempo. Muchas de sus películas han recaudado millones, han causado expectación por sus efectos...pero Cameron es el mismo que escribió Rambo II, la sobrevalorada Titanic o documentales llenos de parcialidad. En pocas palabras, al ver Avatar, uno cree que la
carrera de Cameron se hundió con el Titanic hace tiempo.

Por: Beto Basto

1 comentarios:

Todo pasa por una razon dijo...

Puede que su carrera se haya hundido pero su bolsillo se encuentra a flote con las altas ganancias producidas por avatar.

Saludos,


Yuli Reja